LA LLUVIA AMARILLA

Un pequeño pueblo del pirineo intenta no ser abandonado gracias a una pareja que se queda en el hasta el fin de sus días. Poco a poco se ve como la gente por necesidad de trabajo, de comida y de facilidad de sobrevivir, se va a la ciudad.
La soledad de esta familia, hace que Sabina, la mujer, llegue al suicidio. Se ahorca en el granero con una soga. Poco a poco, pasa el tiempo y la soledad de una misma persona hace que casi no puedas convivir con las demás. Solamente que se acercara una nueva persona al pueblo era rechazada por Andrés, el último superviviente de este pequeño pueblo. Año tras año veía pasar las estaciones del año, y la soledad cada vez le consumía por dentro, solo tenia a su perra, la cual ni siquiera tenía un nombre.
Puede que fuese por la soledad, el que se volviera, a lo mejor, un poco loco, y viese a sus familiares en la cocina, al lado del fuego como en años pasados. Ni siquiera él sabía si lo que veía era cierto, es más, no se lo quería creer y escapaba de su casa para no verlos. Después de años, ya veía que el no podía vivir y aguantar mucho tiempo mas en el pueblo, y se cabo su propia tumba, pero solo lo hizo para que lo enterraran algún día cerca de su mujer y de su hija.
La vejez le paso una mala pasada…

Recomiendo a que la gente se lea este libro, ya que a estos pueblos abandonados, es de la única forma de la que se les puede devolver la vida que un día tuvieron. Ainelle ha sido uno de los muchos pueblos abandonados que ha habido en Aragón, y merece la pena recordar lo que en su día fueron.